Me senté a fumar un cigarro y me tomé mi segundo vaso de whisky "Jack Daniels", esta vez lo tomé sin hielo (llega más rápido al corazón), eran las 01.30 am y yo estaba muy satisfecho por esa noche. Estaba feliz, tranquilo. Extrañamente descansado y allí, tendida en la habitación, ella esperaba mi presencia.
Ahora, medio día de acontecimientos después de esa experiencia, solo quiero sentarme a escuchar a Maxwell que coloca el estilo musical que amaga con sacarte de la silla pero que nunca lo logra y meter mi cabeza en la pileta, nadar. Solo nadar, nadar solo... nada.
Sé que al salir, la música que estará sonando será para danzar.
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